¿Me preguntas por qué compro arroz y flores? Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir.
La Destrucción de la selva tropical..
Para los Ojos bellos, mirar por el bien de los demás, de labios hermosos, hablar sólo palabras de bondad, Y para el equilibrio, caminar con el conocimiento de que usted nunca está solo.
Las máquinas evolucionan y se reproducen a velocidad prodigiosa. Si no les declaramos la guerra a muerte será demasiado tarde para resistirse a su dominio.
Es completamente lícito para una católica evitar el embarazo recurriendo a las matemáticas, aunque todavía está prohibido recurrir a la física o a la química.
Las proposiciones matemáticas, en cuanto tienen que ver con la realidad, no son ciertas; y en cuanto que son ciertas, no tienen nada que ver con la realidad.
La matemática es la ciencia del orden y la medida, de bellas cadenas de razonamientos, todos sencillos y fáciles.
¿Por qué esta magnífica tecnología científica, que ahorra trabajo y nos hace la vida mas fácil, nos aporta tan poca felicidad? La repuesta es está, simplemente: porque aún no hemos aprendido a usarla con tino.
El pensamiento sólo puede dar vida al...
Ciertos pensamientos son plegarias
No existe nada bueno ni malo
Piensa como piensan los sabios
El trabajo del pensamiento se parece a la perforación de un pozo: el agua es turbia al principio, mas luego se clarifica.
Una colección de pensamientos
Todo lo que somos es el resultado de...
Tanta prisa tenemos por hacer, escribir y dejar oír nuestra voz en el silencio de la eternidad, que olvidamos lo único realmente importante: vivir.
Lo malo del amigo es que nos dice las cosas desagradables a la cara; el enemigo las dice a nuestras espaldas y como no nos enteramos, nada ocurre.
La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas.
Si sientes que todo perdió su sentido, siempre habrá un ¨te quiero¨, siempre habrá un amigo. Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta.
Estoy convencido de que en un principio Dios hizo un mundo distinto para cada hombre, y que es en ese mundo, que está dentro de nosotros mismos, donde deberíamos intentar vivir.
La experiencia no tiene valor ético alguno, es simplemente el nombre que damos a nuestros errores.
Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo.
A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.
Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir y no dormir sin soñar. Descansar, es empezar a morir.
Los que más han amado al hombre le han hecho siempre el máximo daño. Han exigido de él lo imposible, como todos los amantes.
Si no recuerdas la más ligera locura en que el amor te hizo caer, no has amado.
La señal de que no amamos a alguien es que no le damos todo lo mejor que hay en nosotros.
El que ha conocido sólo a su mujer y la ha amado, sabe más de mujeres que el que ha conocido mil.
Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor, si perdonas, perdonarás con amor.
Aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta.
Vivimos en el mundo cuando amamos. Sólo una vida vivida para los demás merece la pena ser vivida.
Comienza a manifestarse la madurez cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos.
Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro.
La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa.
Si buscas resultados distintos
Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber.
Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas.
We must learn to sail in high winds...
Pero a mí nada me entusiasmaba tanto como el mar, y dominado por este deseo, me negaba a acatar la voluntad, las órdenes, más bien, de mi padre y a escuchar las súplicas y ruegos de mi madre y mis amigos. Parecía que hubiese algo de fatalidad en aquella propensión natural que me encaminaba a la vida de sufrimientos y miserias que habría de llevar.